domingo, 3 de octubre de 2010

Propiedad Intelectual y Piratería: dos caras en nuestra sociedad.

La ley de Propiedad Intelectual (17.336) vigente en nuestro país, está centrada en proteger los derechos de autor en cualquier forma de expresión, ya sea científica, artística, literaria o tecnológica. Lamentablemente, tanto Estados Unidos como la Unión Europea han detectado serias fallas en relación a la protección de la Propiedad Intelectual en nuestro país, lo que aparentemente no está para nada alejado de nuestra realidad. Por otro lado tenemos el concepto de Piratería, siendo un término popularizado que alude a la copia de obras literarias, musicales, audiovisuales o de software, realizadas sin el consentimiento del titular de los derechos de autor.

Si observamos detenidamente las estadísticas relacionadas con el uso ilegal de Software en Chile, nos damos cuenta que las cifras son cercanas al 67%. En cambio en la música, la piratería supera el 50%, que incluye la copia y uso ilegal no sólo de Discos Compactos, sino que también la descarga gratuita de canciones por medio de programas. De igual manera nos encontramos con las películas piratas, las cuales generan grandes pérdidas económicas a las Industrias basadas en Propiedad Intelectual llegando casi a 250 millones de dólares por año.
Dichos estudios muestran por sí solos la gran irresponsabilidad que tiene el ciudadano chileno al no utilizar de manera legal aquellas propiedades, tanto tangibles como intangibles, que están reconocidas por su autor. Lo anterior constituye un delito, el cual consta de una pena de presidio que va desde los 61 días hasta los 301 días y una multa de entre 5 a 50 Unidades Tributarias Mensuales.
Es absolutamente válido pensar que el motivo por el cual se infringe esta ley apunta al alto costo económico que un ciudadano debiese desembolsar para poder acceder a una propiedad reconocida por su autor correspondiente. Por ejemplo: un software cuesta alrededor de 120.000 pesos, un CD musical cuesta alrededor de 12.000 pesos y una película cuesta cerca de 15.000 pesos. Por lo tanto, una posible solución para evitar la utilización ilegal de propiedades reconocidas por su autor se relaciona con una baja de impuestos que se aplique a este ámbito. Este impuesto es el mismo que se aplica a todos los productos, ya sean alimenticios, farmacéuticos, etc. que alcanza el 19%. Sin embargo, esta medida y cualquier otra no lograrán acabar con la piratería en el país, porque existe un problema de fondo mucho mayor que tiene que ver con nuestra cultura. Si no podemos valorar y respetar una propiedad que no nos pertenece, y a su vez la utilizamos de manera ilegal, es muy difícil que podamos surgir como sociedad.

Por otra parte, se presenta una incongruencia que existe entre el discurso en defensa de la propiedad intelectual y el comportamiento de la mayoría de la gente, ya que las cifras en cuanto a piratería en nuestro país casi no han disminuido.
Es de suma importancia que tanto el Gobierno de turno como la sociedad defiendan la propiedad intelectual, lo cual demostraría en gran medida el respeto y buen uso que se hace de propiedades ajenas. Probablemente sea muy difícil, ya que hasta el momento no se han dado grandes pasos para poder terminar con la piratería, por lo que es necesario tomar conciencia de las consecuencias negativas y penales que implica este acto, para que poco a poco vaya disminuyendo.



Fuentes:

http://www.elnortero.cl/admin/render/noticia/22031
http://www.chile.com/secciones/ver_seccion.php?id=67987

martes, 14 de septiembre de 2010

Sociedad del conocimiento y su implicancia en la Educación Chilena del siglo XXI

En un país democrático como el nuestro, en el que acceso a cualquier tipo de información no está claramente restringido, y su uso parece determinado por el propósito personal más que colectivo, teniendo además en cuenta que nuestra sociedad se hace cada vez más dependiente de los recursos tecnológicos, nos estamos enfrentando a una situación preocupante que interfiere en todos los ámbitos del ser humano, y principalmente, en su Educación. En el presente artículo se hará hincapié en las implicancias negativas que tiene la Sociedad del Conocimiento en la Educación chilena del siglo XXI, y a su vez, mencionando el impacto que tienen aquellas implicancias negativas, en los jóvenes y la sociedad.
                El concepto de Sociedad del Conocimiento no será entendido como el privilegio del saber, sino más bien con la relación que ésta tiene con la Sociedad de la Información, en particular las TICs, apuntando a la utilización del conocimiento como medio de elección de aquellas herramientas tecnológicas para un propósito educativo.
                Es cierto que la tecnología ha facilitado la vida del ser humano en gran medida, sobre todo si se habla de acceso a la información, lo que ha contribuido, con el paso del tiempo, a que los jóvenes contemporáneos utilicen estas herramientas para realizar labores estudiantiles. Lamentablemente, la información que utiliza un estudiante no es sólo parcial, si no que a veces es total. A lo anterior, muchos le llaman “la cultura del copiar y pegar” que como su nombre lo indica consiste en la utilización de información externa, en este caso con un propósito estudiantil, para realizar un trabajo propio en el cual no es citado apropiadamente el autor de aquella obra. Y es aquí donde encontramos un aspecto negativo de la Sociedad del Conocimiento en la educación, ya que el estudiante prefiere utilizar recursos ajenos para su propio beneficio, sin privilegiar el uso de su pensamiento en relación a cualquier situación académica. A largo plazo, lo anterior podría ser preocupante ya que en cierta forma se hace del estudiante un ser perezoso que puede encontrar en la tecnología e información todo lo que necesita. Esta actitud muchas veces es avalada por la sociedad, la que fomenta la manera más fácil de realizar cualquier tipo de actividad, y en educación también, sin percatarse de la importancia y riqueza que tienen nuestros pensamientos, ideas y creencias, lo que nos hace seres únicos e irrepetibles.
Por otro lado, y de manera más compleja, nos encontramos con que nuestros jóvenes están abusando del uso de los recursos tecnológicos que imperan en nuestros días, lo que nos está dando como resultado un lento proceso de Deshumanización que a largo plazo podría afectar a toda la sociedad. Por ejemplo: si un joven antes pasaba más tiempo con su familia y amigos, ahora prefiere pasar más tiempo frente a un computador o a una consola de videojuegos, lo que a su vez fomenta el sedentarismo. A menudo podemos observar en los medios de comunicación las consecuencias de una vida sedentaria, que afectan principalmente a la salud. Sin embargo, no podemos sólo relacionar al mal uso de la Sociedad del Conocimiento con esto, sino que también hay una sociedad detrás en la que sus miembros muchas veces viven en su propia burbuja sin detenerse a observar lo que sucede a su alrededor.
Las implicancias negativas mencionadas anteriormente no son de ninguna manera pesimistas, basta sólo con detenerse un instante y examinar nuestro contexto socio-cultural, para darnos cuenta de un mal manejo de lo que es La Sociedad del Conocimiento llevada a nuestra Educación. Es de suma importancia generar en nuestra sociedad un adecuado manejo de los recursos que ayudan a que nuestras vidas tengan un amplio conocimiento de la información, para que de esta manera la Educación fomente y privilegie el pensamiento y creaciones propias, y a su vez evitar de cualquier manera el mal uso y abuso que se tiene de la tecnología.